Lío amoroso ... ¿de cine?
Desde hace unos días, la blogosfera y el mundo de los confidenciales echan chispas. ¿Políticamente, con el caso Carod? Sí, pero además con una "noticia" (o como se le quiera llamar) que podríamos catalogar de relacionada con el mundo de la política y el corazón. El señor presidente del gobierno español, Josemari, parece ser que ha decidido jubilarse a lo grande, y para ello, ya veremos, puede que decida prescindir de madame Botella, implacable en su tarea de perseguir prostitutas en Madrid y defender a la familia bienestante y como Dios manda que lleva predicando el PP desde sus años como monaguillos del franquismo más duro. La familia popular, que ya ha sufrido los divorcios de Machomán Cascos (y ojo, ya 2) y Rato, ¿va a ver fragmentarse el sólido matrimonio del mesías Josemari? La respuesta, después de las elecciones. Bueno, y también en los siguientes sitios:
-Foro de Supernova
-Chapapote Discursivo (Guillermo López) -ojo a los posts. La verdad está ahí fuera-
Vaya, PP, quién te ha visto y quién te ve.
dijous, de gener 29, 2004
dimarts, de gener 27, 2004
Carod pasado por la turmix
Señoras, caballeros, el hombre fuerte de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, ha visto como esta tarde se le ha desposeído de su preciada cartera el el gobierno catalán. La razón, el intento de pacto con ETA para llegar a una tregua. Carod ha sido linchado por todos los medios afines al partido en el gobierno (espectacular la cara de felicidad de Jenaro Castro en TVE esta tarde), y con ello, ha provocado que el efecto dominó sacuda a sus socios de gobierno, el PSC-PSOE, y al señor Zapatero. Como comentan Guillermo López en su weblog y mi tocayo JR en el suyo, esto puede suponer la victoria aplastante del PP en las elecciones generales cuando se le veía debilitado y, si no vencido, sí bastante erosionado. ¿Cuatro años más del PP? Hace una semana no, pero a partir de hoy es más que posible.
divendres, de gener 23, 2004
La hipocresía de los medios estatales
Creo que no descubro ningún secreto si digo que soy un gran aficionado al Valencia CF. Desde siempre he apoyado a mi equipo, lo he pasado mejor o peor con sus victorias o derrotas, y he disfrutado del juego del equipo, sobre todo en los últimos años. Las veces que he ido al agonizante Mestalla (qué poco te queda, viejo estadio) he animado a mi equipo y me he mostrado siempre respetuoso con el rival, como debe hacer todo aficionado que desee ver fútbol o cualquier deporte de competición.
Por eso, desde el punto de vista de aficionado, cuando oyes por la radio y ves reproducido en los diarios y la televisión el salvajismo de cuatro miembros de tu propia hinchada que han quemado un banquillo de su estadio, no te sienta bien, por la generalización. La afición del Valencia, colectivamente, queda como incendiaria, pirómana, salvaje, antimadridista y tantos tópicos que la prensa mesetera y la televisión de los triángulos regalan para los oídos de sus compradores.
Lo que me parece curioso, por no decir indigno, es que muchos de esos medios, que emprendieron una campaña de acoso y derribo hacia la afición del Valencia porque había quemado su propio banquillo (eso no lo olvidemos), haya hecho mutis por el foro ante la agresión que más de cuatro perpetraron el pasado miércoles en los prolegómenos del Real Madrid-Valencia, cuando los autobuses de la Agrupación de Peñas sufrieron una lluvia de piedras (claro, es que iban sin escolta policial porque a los señores del cuerpo no les dio la real gana). El lamentable suceso ha quedado para los medios de la capital como una mera anécdota (seguro que en su fuero interno lo justifican diciendo que los paletos de provincias que van a la capital a ver un partido van provocando allá por donde van).
Yo no sé cómo llamaréis a esto. A mi me gusta calificarlo como hipocresía y trato de favor a la afición del equipo con más dinero e influencia política en el estado español.
dimarts, de gener 20, 2004
Se va Josemari
Al final parece que es cierto, y es que Josemari Ánsar, el presidente del Gobierno que comparte nombre con el fundador del Opus, se retira a la sombra tras 8 años de mandato. Guerra, Prestige, autoritarismo, retroceso democrático, amiguismo y enchufes, stock options, bodorrio en El Escorial, censura... Yo creo que las cosas han ido como pensaba cuando fue elegido por 290.000 votos de diferencia en 1996. Muy bien para él y su camarilla. Muy mal para el resto.
dijous, de gener 01, 2004
Unas últimas palabras sobre 2003
Bueno, se acabó 2003, y con él se acabó un año musicalmente prolífico en lo que a discos y directos se refiere, que aunque inferior a 2001 o 2002, ha dejado bastante alto el listón, sobre todo en Valencia. Por primera vez en muchos años, algunas giras internacionales han pasado de refilón por nuestra ciudad, y hemos podido escuchar a grupos de la enorme calidad de Teenage Fanclub, The Pretenders o grandes solistas como Lou Reed o Caetano Veloso. Sin embargo, y a pesar de el aire fresco que ha supuesto para la ciudad la llegada de grupos de renombre, ha habido un par de pegas que me gustaría señalar desde este espacio-blog: La insultante falta de apoyo del ayuntamiento ha provocado que los precios de las actuaciones se hayan disparado hasta alcanzar precios casi prohibitivos. El de Lou Reed, por ejemplo, fue un concierto elitista (¡con sillas!) que costaba en torno a las 8000 de las antiguas pesetas. Salvo honrosas excepciones (¡bravo por el FRA de Alaquàs y sus conciertos gratuitos!), las instituciones no se han portado. Y es una lástima.
La segunda pega es el cierre de salas, algo contra lo que he protestado en diferentes weblogs y foros, y que saca de quicio a los valencianos. Este año nos dejó el cierre de Fénix y del histórico Roxy Club (cambiado por un club más o menos potable llamado Cormorán donde, esperemos, se haga algún concierto digno).
Mi mal sabor de boca del año fue perderme los conciertos de Cooper, Art School (¡vaya fechas!), Luna y Lou Reed. Los mejores momentos, los directos de Deluxe (para mi, el triunfador del año) y Teenage Fanclub. Espero que 2004, por lo menos, nos traiga una cosecha de conciertos similar a la de 2003 (a ver si es posible alguno más), y que mr. Paul Weller se pase por Valencia. Tengo muchas ganas de verle de nuevo.